Escrito por: Dr. Miguel Garita Murillo, Ministerio Cuidado Familiar, Iglesia del Nazareo Región Mesoamérica

Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Hechos 16:31 (RVR1960) 

La familia es el núcleo de la sociedad, sin importar cuál y cómo haya sido, esta impacta a las personas de muchas maneras, ya que es el proyecto vital de existencia de todo individuo. Es donde aprendemos a pensar y a reaccionar. En ella desarrollamos nuestras creencias, es también dónde se estructura nuestra personalidad, donde definimos quiénes y cómo seremos. Todo este aprendizaje está inmerso en un gran contenido emocional, ha quedado grabado para toda la vida del individuo.

Muchos creyentes tienen familiares que no conocen a Cristo como su Salvador personal, para los creyentes es un mandato hablar de Jesucristo a todos, incluyendo también a la familia. Brillar como cristianos en nuestro hogar es una gran necesidad para llevar a Cristo a los miembros que no lo conocen, esto llega a ser parte de la responsabilidad de ser padre, madre, hijo o hija. Sin embargo, muchos no brillan como cristianos en su familia y muestran una conducta lejos de serlo.

Para poder brillar en nuestra familia es importante saber que:

  • El propósito de Dios para las familias es que lo conozcan y sean salvas.
  • Cuando una familia brilla con la luz de Cristo, esta impacta el medio que la rodea.
  • No podemos brillar en nuestro hogar si allí nuestro testimonio no es bueno, es allí donde muchas veces sale lo peor de nosotros, los egoísmos, el mal carácter, reacciones inmaduras, Etc., esto es lo contrario a brillar, que es como lo dice la Palabra de Dios actuar con amor, paz, generosidad, perdón, bondad y firmeza. El testimonio es una forma de evangelizar.
  • Debe ser un creyente de oración, en especial por la familia que no conoce al Señor.
  • Es importante compartir a sus familiares cómo Dios le ha ayudado en todo, esto es de testimonio para ellos.
  • Debe mantener la fe en que su o sus familiares serán salvos.

Como creyente te invito a brillar con la luz de Cristo.