“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias”. Colosenses 2:6-7 RVR-1960

Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal”. Proverbios 24:16 RVR-1960

Todas las personas tienen la capacidad de sobrevivir y resistir a circunstancias difíciles y traumáticas, pero sólo un grupo pequeño, sale más fuerte, pues no sólo vence la crisis, sino que sale más fuerte y hace de ella una experiencia de cambio que afecta positivamente su vida para ser exitoso.

Uno se pregunta ¿cómo una crisis puede ayudar?, pues además de producir resistencia, puede llegar a hacerse con ella algo exitoso. A esto se le llama resiliencia, que es la cualidad de poder adaptarse a las situaciones difíciles y hasta traumáticas de la vida y recuperarse de las dificultades.

De esta manera la resiliencia es una respuesta a la tragedia, la crisis u otros cambios que alteran la vida, y permiten seguir adelante a pesar de ello.

La pregunta es: ¿porqué, algunos no lo logran?, y vemos que las crisis logran destruir sus vidas.

En el Antiguo Testamento, hay ejemplos excelentes de personas resilientes, como Job, quien perdió todo, pero su fe y sus creencias de que Dios estaba en control de él lo sostuvieron. Esta historia muestra cuatro cosas que ayudan al desarrollo de la resiliencia.

  1. Mantuvo su fe ante los que le rodeaban, amigos y familiares, los cuales vinieron para consolarlo. Aunque nuestro entorno sea malo, debemos mantenernos firmes en nuestra fe de que Dios cuida de nosotros.
  2. Actuó a pesar de lo que le dijo su esposa. Ella le dijo “reniega de Dios”, él se mantuvo firme en lo que creía. Si quieres que los tuyos desarrollen resiliencia, afirma tu fe y seguridad de que Dios esta cuidándote. Manifiesta tu confianza en Él, aunque la situación sea de dificultad e incertidumbre.
  3. Combatió los prejuicios de la época: “si estás mal, es un castigo de Dios, por haber hecho algo malo”, Job no lo aceptó. Muchos de nuestros prejuicios nos impiden superar las crisis. También la actitud de muchos hace que no puedan sobrellevarlo, pues piensan: no puedo, la vida es muy dura, nunca saldremos de esto, mi condición social no me permite, etc. Y otros reniegan de Dios. Muchas de estas actitudes los mantienen atados a las circunstancias negativas de la vida, e impiden la resiliencia.
  4. Rompa con los aprendizajes culturales que nos han hecho creer que “las cosas irán de mal en peor”, lo cuál es diferente cuando confiamos en Dios, Él siempre tiene algo mejor para nosotros, “a los que aman a Dios, todas las cosas ayudan a bien” Romanos 8:28.

Al terminar esta crisis, saldremos victoriosos, más seguros y firmes en nuestra fe, tranquilos, porque Dios ha tenido cuidado de nosotros. Nuestros hijos aprenderán a salir de las crisis para ser personas victoriosas, porque los pasos señalados son los desarrolladores de resiliencia y “caminaremos arraigados, sobreedificados en Él, y confirmados en la fe”.

Que Dios te ayude en todo lo que emprendas hoy.
Dr. Miguel e Irene Garita. Ministerio Cuidado Familiar, Región Mesoamérica.