Ese día caminábamos juntos en el parque y mientras conversábamos se detenía para recoger cualquier basura que se topara en frente, al principio pensé en cuan amable era, pero llegó un momento en el que pensé cuan “raro era”, sí, un poco intenso se me hizo. Porque no es “normal” ir por la calle así nomás recogiendo basura que otros arrojaron. Así que le pregunté ¿por qué lo haces? Y me dijo que para él era molesto verla allí tirada y que no entendía el por qué era tan complicado para otros ponerla a donde va, o sea, en el mismísimo bote. Claro, estaba yo de acuerdo con él, si desde pequeña aprendí que si no había basurero cerca mi basura iba conmigo hasta la casa si era necesario para poder desecharla correctamente, pero siendo honesta, nunca llegué a sus extremos a menos que fuera un evento masivo donde todos íbamos específicamente a limpiar un parque, comunidad, etc. Pero eso no fue todo, justo en medio de su explicación alcanzó a ver un transeúnte tirar un empaque de galleta y su reacción inmediata fue correr… ¿ y adivinen qué? Tomó el empaque, detuvo al transeúnte y le dijo: señor disculpe, se le calló esto y le dejó en sus manos el empaque. Quedé asustada, buscando donde esconderme, pensando ¡Qué atrevido! en qué momento el señor se enojaba, le pegaba o mínimo le gritaba, pero su reacción por dicha y gracia de Dios fue pacífica.

Al ver que sobrevivió aprendí, que como buen mayordomo que se me ha confiado la administración y buen cuido de la creación, yo debo defenderla a capa y espada. Apasionémonos, cumplamos por todos los medios, contagiemos a otros y enseñemos cada día sobre su importancia, pues sabemos bien que los daños ocurridos a nuestro planeta podrían ser irreversibles, posiblemente no haya cura total, pero lo que si sabemos es que si lo cuidamos bien podemos tener un mundo más sostenible, con pequeños cambios que marcarán gigantescas diferencias.

El cuidado de la creación es un mandato de Dios, quien nos creó y ordenó señorear (de su original en hebrero “Shamar” que significa cuidar de una manera gentil y amorosa) sobre todo lo creado (Génesis 1:26).

Otro punto interesante a nivel bíblico es esa preocupación constante de Dios de restaurar todo lo creado consigo. Juan 3:16 en su original en griego en vez de la palabra mundo menciona la palabra cosmos = creación, así que el sacrificio de Jesús apuntó a un restauración total del universo.

Entonces, teniendo un entendimiento de que todos y cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad importante en el cuidado de la creación, es importante tomar en cuenta las siguientes recomendaciones:

  1. Infórmese sobre la situación actual de nuestro planeta, sus retos y oportunidades.
  2. Actúe, sea movido por la compasión de Cristo, por ese amor a usted a su familia y al resto de la humanidad que juntos somos residentes del mundo
    • Recicle.
    • Evite la utilización de bolsas y otros plásticos o materiales no reciclables.
    • No desperdicie alimentos. Cada día se tiran a la basura toneladas de alimentos, mientras que mucha gente sigue muriendo de hambre alrededor del mundo.
    • Cuide el recurso del agua.
    • No desperdicie energía, apague sus aparatos electrónicos si no los está usando.
    • Haga justicia, promueva, motive, denuncie.
    • Siembre un árbol.
  3. Ore; ore para que la iglesia sea la primera que se levante con programas que promuevan la practica de una buena mayordomía de la creación, en medio de sus miembros y comunidades.

Recuerde que usted puede hacer también pequeños cambios en su rutina diaria. Una vez escuché a una joven decir que ella había dejado de usar pajillas regulares porque no eran de material reciclable, pero como ella estaba tan acostumbrada a usarla, comenzó a investigar sobre otras opciones y descubrió que utilizar una pajilla de bambú, la cual resultaría reutilizable, fue su mejor opción y desde entonces anda el bolso su linda pajilla de bambú. He sabido de otros que así como dejar de fumar, se han desecho de hábitos que atentan contra la preservación del medio ambiente.

Fuimos llamados a ser agentes de transformación, haz tu parte, evalúate y haz los cambios necesarios ¡Levantemos la voz! Promovamos el cuidado de nuestro medio ambiente. Seamos ejemplo.

Dhariana Balbuena

NCM Coordinator

Mesoamerica Region