¡Saludos Navideños! Para mí es un placer entregarles el artículo de Legado de Santidad correspondiente al mes de diciembre.

Siento un especial aprecio por el versículo bíblico que dice “y llamarás su nombre Emannuel, que traducido es: Dios con nosotros”; Mateo 1:23. Este nacimiento fue un evento que marcó el destino de la humanidad. ¡Qué tremendo momento histórico! Mi deseo es que esta época navideña traiga a su vida gran gozo y paz. Mi anhelo es que Dios esté con ustedes durante esta navidad y cada día de sus vidas.

Bendiciones para esta navidad,

Dr. Louie Bustle: Presidente de Legado de Santidad

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 EL ES LA LUZ QUE BRILLA

“Pero si andamos en luz, como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado” (1 Juan 1:7).

He aprendido a leer la Biblia entera a la luz de este versículo. Es un verso poderoso y tiene aplicaciones para todo lo que la Biblia enseña para nuestra vida diaria.

La obediencia a Dios es la llave que libera paz y gozo reales en nuestras vidas. Desobediencia, por el contrario, nos lleva a experimentar sentimiento de culpa y falta de paz. De manera inevitable produce en nosotros un terrible estado mental y espiritual. Juan, en este versículo, afirma que si caminamos en la luz (si somos obedientes), tendremos un profundo y significativo compañerismo con Jesús.

Si alguna vez ha acampado al aire libre, sabe lo importante que es llevar con usted algo que le ilumine, puede ser una linterna o un farol. Si durante la noche camina con otro campero es lo más probable que necesite compartir la luz y esa fuente de luz hará que ambos estén cercanos, que anden juntos.

Al caminar nosotros en la luz que Dios nos da, crecemos en la obediencia a Él. Cada día, a medida que nos guía a lo largo del camino, Dios nos da nuevas instrucciones. Él enciende la linterna en la oscuridad para que nosotros podamos seguir sus direcciones y camino. Y cuanto más caminemos en esa luz, nos acercaremos más a Él.

Al caminar nosotros en luz que Jesús nos da, Él nos limpia de los pecados cometidos y aún de la inclinación interna hacia el pecado para que así podamos tener paz con todos los hombres y santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).

La sangre de Jesús no sólo nos limpia de pecado, sino que nos mantiene limpios a medida que continuamos caminando en obediencia a Dios.

-Dr. Louie Bustle

Frase Útil

“Es indudable que toda doctrina que viene realmente de Dios nos guía a Dios; y si no promueve santidad, no es de Dios” – Jorge Whitefield