1ª Reyes 19: 5-7 (RVR1960)…“Y echándose debajo del enebro, se quedó dormido; y he aquí luego un ángel le tocó, y le dijo: Levántate, come.  Entonces él miró, y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas, y una vasija de agua; y comió y bebió, y volvió a dormirse.  Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta…”

Vivimos en tiempos de mucha tensión, presión y angustia, convirtiendo al estrés en una epidemia que silenciosamente, mata e incapacita a miles de hombres y mujeres, de todas las edades y estratos sociales, ¿qué es el estrés? Es una reacción adaptativa de la mente y el cuerpo a las presiones de la vida diaria, cuando estas presiones sobrepasan nuestra capacidad de resistencia física y emocional. La mente cuando se siente superada por las presiones, le indica al cuerpo como debe reaccionar para hacerle frente a esas presiones. Los cambios así originados son para enfrentarlas, por ejemplo, podría ser el producir mucha glucosa (azúcar), y así suplir la energía necesaria para las funciones mentales, físicas, y hacerle frente a la presión.  Pero si lo hace por mucho tiempo, puede originar una diabetes, la cual afecta un sinnúmero de órganos del cuerpo, y llevarnos al deterioro, o hasta la muerte. Además hay otras enfermedades, cuya causa principal es el vivir bajo el estrés por mucho tiempo. Como la hipertensión arterial, problemas cardiacos, la depresión, estados de ansiedad y otras más. Al parecer el cuerpo no está diseñado para soportar altos niveles de estrés por mucho tiempo, aunque necesitamos también un poco de la tensión que produce la vida diaria, de lo contrario hace que perdamos la motivación de vivir; por esto debemos desarrollar formas de combatirlo, aunque las causas de estrés sean muchas. Si usted tiene problemas de pareja, hijos o familiares, son fuentes de tensión, como los problemas económicos, de trabajo, con amistades importantes, o problemas en la iglesia, todo esto produce estrés.

Le sugiero 5 cosas:

  1. enfrentar y resolver los problemas que le mantienen estresado.
  2. hacer ejercicios que fortalezca el cuerpo
  3. Busque como divertirse, reír, con amigos de confianza, de la iglesia,
  4. Mantenga el descanso, la alimentación, adecuada.
  5. Busque una relación con Dios, leyendo la Biblia, orando, visite la iglesia, todo esto, aunque no sienta ganas de hacerlo.

Lo que mantiene nuestra fe firme, no son las conquistas que hacemos, sino la comunión y relación con nuestro Dios. Esto no es sencillo al estar estresado porque no hay el deseo de relacionarnos con Dios, pero si lo hace, Él da confianza para seguir adelante, como se muestra en el pasaje citado, Dios cuidó a Elías, lo alimentó, le ayudó a descansar, le dio agua, y le mostró su presencia, por lo que el profeta se fortaleció, y siguió con la tarea encomendada. Lo mismo es con usted, amigo, amiga, permita que Él te de fuerzas para seguir, “hecha tu carga sobre Él” dice la Biblia. Que Dios te ayude en todo lo que emprendas hoy.

Dr. Miguel e Irene Garita

Ministerio Cuidado Familiar. Región Mesoamérica.