1 Reyes 19:4 “Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres”. (Recomiendo leer todo el capítulo).

Este pasaje nos enseña cómo un hombre de Dios entra en un estado emocional depresivo y ansioso, debido a una serie de acontecimientos que lo llevaron a esta crisis. El pasaje nos permite conocer los elementos que componen la crisis y cómo salir de ella.

  1. Huye por temor de las amenazas que recibe. Esta amenaza es el elemento disparador de la crisis, con un sentimiento de gran temor ¿Qué va a pasar?; ¿cómo voy a hacer? Es la preocupación de muchas personas ante algo que no pueden controlar. Entra el deseo de escaparse, simplemente de salir huyendo.
  2. El otro elemento es que las crisis son producto de varias situaciones, que se unen en un momento dado y provocan tensión, las cuales desencadenan una serie de ideas confusas de temor, angustia y tristeza.
  3. El versículo muestra cómo las emociones afectan, la persona siente que ya no puede aguantar más la situación. En algunos surgen pensamientos de quitarse la vida, “basta ya, oh Jehová, quítame la vida…”
  4. Surgen sentimientos de malestar, se siente indigno de ser ayudado, “pues no soy mejor que mis padres”, se siente una mala persona y se llena de culpa.

Todos estos sentimientos están en medio de una gran confusión mental, que entorpece nuestra razón y el pensamiento lógico, lo cual impide encontrar una salida adecuada a la crisis porque está con el pensamiento de “no puedo manejar esto”. La duración puede ser bastante prolongada, muchos se aíslan en su habitación, en su cama y no reaccionan a nada pensando ¿dónde está Dios en esto? y se sienten  solos e indefensos.

Algunas personas cristianas y no cristianas pueden estar viviendo en este momento una situación de crisis. En la historia de Elías se ve que el trato de Dios es como de un padre, que cuida de su hijo que sufre una crisis, ya sea de dolor o tristeza. Los versículos 5 al 8 del capítulo, muestran la acción de Dios hacia Elías, le deja descansar, le alimenta, le da agua, le cuida y lo reenfoca para que el profeta siga cumpliendo su trabajo sin recriminación alguna.

Esta historia enseña que no se puede controlar las circunstancias difíciles, pero sí se puede controlar el cómo responder a ellas; por lo tanto, al igual que el profeta debes hacer un alto, para permitir que:

  1. Dios te cuide. Él conoce tus necesidades y lo que estás pasando.
  2. En ese alto hay que descansar y alimentarse para continuar la vida y resolver la crisis. Lo maravilloso es que Él tiene el control de tú vida y de tus circunstancias, ya sean negativas o no. Descansa en Dios y Él hará.
  3. No te aísles; habla con los tuyos, a tus amigos, al pastor o al consejero, esto te ayudará a reenfocar tu situación con la guía del Espíritu Santo de Dios que nos lleva a toda verdad y Él te dará el valor de tomar decisiones que transformen la situación.

Que Dios te ayude en todo lo que emprendas hoy.

Dr. Miguel e Irene Garita, ministerio Cuidado Familiar Región Mesoamérica.