Este verano, cientos de miles de personas han huido a Europa para escapar de la violencia en Siria, Iraq y Afganistán. Muchas de las autoridades lo describen como la peor crisis de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

En días pasados, la estación de tren llamada “Keleti”en Budapest, Hungría, se convirtió en un punto focal de la crisis. Más de 2000 personas que buscan asilo llegaron a Hungría el lunes, doblando esa cifra en las semanas anteriores. El caos estalló cuando las autoridades les permitieron a muchos de ellos, incluso sin la documentación requerida, abordar trenes de enlace a Alemania, y luego revirtieron esa decisión el día martes, suspendiendo los servicios internacionales. Las autoridades húngaras han intentado llevar a los refugiados a un centro de ayuda cercano, pero la mayoría de ellos se han negado a salir de la estación.

En medio del caos, la Iglesia del Nazareno ha estado ministrando discretamente a las familias migrantes en Keleti, en equipo con voluntarios locales de la organización llamada “Ayuda Migratoria”. Las familias y los individuos en la estación han recibido comida, agua y mantas gracias a los esfuerzos de estas personas.

“Los refugiados en la estación de tren llamada Keleti en Budapest saben por qué dejaron sus hogares, pero no comprenden por qué no pueden continuar su viaje hacia su libertad” dijo Teanna Sunberg, una misionera nazarena viviendo en Budapest, quien lidera la ayuda de la Iglesia hacia las familias varadas. “Muchos de ellos ya han pagado sus boletos de tren hacia Alemania o Austria. Sus familiares los esperan en aquellos lugares de Europa Occidental”.

Uno de los refugiados le dijo a Sunberg: “Ninguno de mis 3 hijos ha ido a la escuela desde hace cuatro años, desde que la Guerra empezó. Ellos me pidieron que los sacara de nuestra casa en Aleppo (Siria) para que puedan regresar a clases”.

Otra persona comentó: “Mi esposo ha estado desaparecido por dos años. Tengo 2 hijos. Los aviones bombardearon nuestra casa, así que mi padre nos sacó de Siria, pero dejamos a mi madre en Aleppo. Ella tiene problemas del corazón y no pudo hacer este viaje tan largo y peligroso. Necesito un hogar para mis hijos. Necesito un futuro”.

Sentada en el piso de la estación Keleti, Sunberg escucha a una tercera mujer decirle: “Dígale al mundo que en Siria estamos buscando un lugar en donde no vayamos a morir”.

¿Cómo ayudar?

Ora: Ora por sabiduría para los líderes de la iglesia en Hungría, porque ellos son los que organizan los ministerios que alcanzan a las familias. Ora por la salud de los niños refugiados, y por los adultos que están durmiendo en el frio y bajo la lluvia. Ora para que la presencia de Dios se pueda sentir y Su espíritu de paz reine en medio del caos.

Dona: Las Iglesias y las personas alrededor del mundo pueden apoyar los esfuerzos para ministrar a las familias varadas en Hungría y otras áreas donando online en este link: “NCM Refugee and Immigrant Support Fund“.

Las donaciones serán usadas para cubrir las necesidades inmediatas incluyendo comida, agua y mantas.

Para enviar sus donaciones por mail:

En los Estados Unidos pueden hacerse cheques pagables a “General Treasurer” y enviarlos a:

Global Treasury Services
Church of the Nazarene
P.O. Box 843116
Kansas City, MO 64184-3116

Asegúrese de poner 125347 en el área de memo.

Para cualquier otro país, done en el link arriba o a través de su iglesia local o su distrito.  Dirija su ofrenda al “Fondo de Ayuda para los Refugiados e Inmigrantes”.

Tomado de: http://nazarene.org/article/church-ministers-refugees-stranded-hungary

Traducido por: transformaelmundo.com