Escrito por: Cutberto Tenorio y Edi Montejo, coordinadores de MNC, México.

En septiembre de 2017, se levantó la Iglesia del Nazareno en México a través de jóvenes voluntarios de diversas partes de la República Mexicana que se integraron dinámicamente a las tareas y acciones de los Ministerios Nazarenos de Compasión (MNC) en el Sur y Centro de México. Su misión siempre ha sido una: Servir compasivamente con sus talentos, habilidades y profesionalismo a los necesitados, a los más vulnerables y con ello reflejar el carácter de Jesús en su misión integral.

A estos esfuerzos compasivos se sumaron hermanos y profesionales de Costa Rica, Guatemala y Estados Unidos. Junto a ellos, se atendieron miles de personas y lo más sorprendente, se consolidó una fuerza de respuesta nazarena a desastres, crisis y emergencia.

En días recientes, la mayor parte de este equipo se concentró en Mezcala, Jalisco, entorno al Congreso Nacional de Compasión, lugar en dónde se movió la mano poderosa de Dios en la vida de los asistentes, el aporte de cada conferencista y líder fue crucial para equiparlos. No cabe duda que lo que Dios levanta desde su corazón, siempre estará dispuesto al servicio del prójimo.

Ahora, nuestros hermanos en Guatemala recibieron el embate del Volcán de Fuego ya en dos ocasiones. Ante ello, la respuesta inmediata de los voluntarios de MNC no se hizo esperar. Están ya concentrados en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, para salir al auxilio, apoyo y abraso de quienes en su momento doblaron sus rodillas y actuaron por México.

Sentimos las oraciones de nuestros hermanos en México, en la Región y en el mundo, no dejen de apoyarnos en oración por este grupo de voluntarios, quienes se las arreglan en sus trabajos, estudios y prioridades en México para levantarnos de nuestras cómodas sillas e ir y servir a nuestro prójimo sin excusa ni pretexto. Lo que Dios levantó en México es una esperanza viva, un cuerpo integral, una nueva generación de respuestas para la honra de Dios. Por eso, no nos sorprende que existan las ganas, la motivación, el entusiasmo y la disponibilidad del grupo, porque el Espíritu Santo con todo su poder y esplendor guía a cualquiera que esté dispuesto a entregar su vida por Él. Muchos de los brigadistas salieron de las filas de los distritos e iglesias locales, muchos fueron y están siendo formados en clases de escuela dominical y discipulado, otros están formándose en el campo de batalla. Estos líderes son muy valiosos para nosotros.

Por eso, con una ruta cierta que es en Cristo Jesús, trazamos hoy estrategias conjuntas con nuestra Coordinadora Regional y Coordinadora de Área en Guatemala. Servimos con amor y temor a Dios a dónde su visión nos lleve. Guatemala nos necesita hoy, y sin duda, vamos a responder en las próximas semanas, del 11 al 17 de Junio en una primera misión. Estaremos en el alberge que nuestros líderes habilitaron en la Iglesia del Nazareno en el Departamento de Escuintla, situado en el Centro-Sur del País de Guatemala.

Nos estamos equipando para que ésta brigada contribuya en el auxilio de pacientes en áreas de medicina general, dermatológica, oftalmológica y áreas respiratorias superiores e inferiores. En el corazón de cada voluntario va Cristo ante todo, nuestra respuesta también es evangelizadora y no dudamos en que de esta crisis Dios levante nuevas generaciones de guatemaltecos que amen y adoren a Dios como nosotros lo vimos en el terremoto de 2017 en México.

Amados hermanos, la compasión es una prueba de fe y es la evidencia más visible de la llenura del Espíritu Santo en la vida de los nazarenos.

Gracias por sus contribuciones y ayudas.

¡Les amamos Guatemala!