5 Mexicanos y 7 Haitianos sirvieron juntos en una Máxima Misión realizada en tres sitios de gran necesidad en Haití (Petite Riviere de L`Artibonite, Gros-Mornes y Majuin) del 31 de Julio al 5 de agosto de 2015.

Una experiencia descrita por los participantes como maravillosa y de grandes bendiciones. El grupo de México estuvo bajo el liderazgo y coordinación de Claudia Cruz, coordinadora de Misión Global en el Sur de México. En Haití el coordinador fue Kesner Absolu, coordinador de Misión Global en su país. A pesar de las barreras del idioma, Dios les mostró su amor, fidelidad y unidad en su Espíritu.

El trabajo fue intenso y muy cansado, ya que viajaron a Santo Domingo, R.D. y de allí viajaron en autobús hasta Haití, sin embargo, el Señor les dio las fuerzas necesarias para cumplir con su misión.

Los jóvenes sirvieron con todo el corazón y con todas nuestras fuerzas:

  • Se pintó el templo de la Nueva Iglesia del Nazareno en Gros-Mornes y se hizo limpieza en una calle con la colaboración de los vecinos del lugar.
  • Se llevó a cabo una EBV donde se enseñó principios bíblicos y también se canciones en español, se les regalaron dulces mexicanos.
  • Se realizó evangelismo casa por casa, conocieron las necesidades de las personas quienes se mostraron con hambre por escuchar la vos de Dios. Mientras compartía la palabra de Dios, la gente se detenía a escuchar. 15 personas tomaron la decisión de rendir sus vidas a Dios y se obtuvieron más de 20 nuevos contactos con deseos de aprender más de Dios.
  • Se viajó una tarde a Petite Riviere para proyectar película Jesús, niños, jóvenes y adultos estaban atentos al mensaje. Se hizo un llamado y una oración.
  • El domingo Claudia Cruz compartió la Palabra de Dios, el equipo de México cantó unas alabanzas en español. Compartieron testimonios, ese domingo llegaron los hermanos de la Iglesia de Charier. Antes de finalizar el servicio, el equipo de México entregó una ofrenda a la iglesia para comprar materiales para poner el piso del templo. Se tuvo un pequeño convivio que se acompañó con chocolate y pan. Ese día se regaló ropa y otras cosas para niños, jóvenes y adultos.

Claudia Cruz compartió lo siguiente: “Estas líneas escritas son tan poquitas comparado con todo lo que sucedió en esos días en Haití, Dios moviéndose grandemente y poniendo sueños y visiones en nosotros. Como coordinadora de MG y líder de este equipo estoy muy agradecida con Dios por la vida de las personas de México, todos los que fueron, era la primera vez que hacían un viaje misionero al extranjero, tres de ellos nunca habían hecho un viaje fuera de su país. En este tiempo Dios les transformó en la manera de cómo Él desea que le amemos y amemos a las personas, de la forma en que él desea que le sirvamos, sirviendo a las personas.

Estoy agradecida con Dios por los nuevos amigos: Erline, pastor Sadrac y pastor Wilgens, Darlot, Michelet, Wasner y Anier, nuestro equipo en Haití.

Aquí unos pequeños fragmentos de los testimonios del equipo de México:

“Agradezco a mi Padre Celestial, por tan grande oportunidad… Esta experiencia ha marcado mi vida porque no solo implicó salir por primera vez del país, sino que fueron muchas horas de viaje, hacer trabajos que pensaba que no podía realizar por algunas limitaciones físicas, Dios me ha mostrado que cuando se trata de su obra no hay limitantes porque él camina contigo. Dios me mostró que soy ese vaso frágil pero útil para él. Muchas veces me pregunté: ¿qué puedo hacer para Dios? otras veces me conformé con sentarme a ver mientras los demás trabajaban, hoy sé que debo caminar para servir a Dios, que debo hablar de él donde yo este, porque si no lo hago moriré. No importa el lugar: mi casa, mi iglesia, mi país, él dice que vaya hasta lo último de la tierra.

Este es el primero de muchos viajes misioneros que junto con este equipo de personas espero realizar y que se sumen más personas. Me siento muy bendecida”

Ya te lo he ordenado: ¡no tengas miedo ni te desanimes! porque el Señor tu Dios te acompañara dondequiera que vayas” Josué 1:9

Por: Abigail Carrasco López, La Venta, Oaxaca, MX

“Este viaje tiene un significado muy especial en mi vida, hace mucho tiempo atrás Dios puso un sueño en mí, el sueño de servir y ayudar a personas de otro país, ese sueño parecía olvidado para mí, pero ahora sé que para nuestro Dios no. He aprendido que mis sueños son sueños que le pertenecen a nuestro Dios, y Sus sueños son mis sueños, y tarde o temprano él los hará realidad.  Este viaje me dio la oportunidad de conocer a mis amados hermanos de una comunidad de Haití, saber que ellos estaban orando por nosotros, saber que estaban muy deseosos esperándonos, eso alegró mi corazón. Es de mucha bendición conocer a la iglesia, a los niños de la congregación, conocer las necesidades de la iglesia, conocer sus virtudes, saber cómo trabajan, conocer a líderes que trabajan por verdadero amor y muchísimo entusiasmo. Me impacta mucho lo que Kesner y la iglesia está haciendo a favor de la comunidad… Tengo muchos deseos de regresar y seguir sirviendo a nuestro Dios, Haití es un buen lugar para demostrar el servicio y el amor a nuestro Dios”

Por: José Eliut Fuentes Álvarez, Unión Hidalgo, Oaxaca, MX

“Esta experiencia para mí ha sido un nuevo parte aguas en mi vida. Lo que era un sueño y mi oración por 3 años de ir a Haití, se cumplió gracias a Dios. Estoy feliz y agradecida de conocer a gente tan maravillosa, mis compañeros de equipo, las misioneras del proyecto Génesis en República Dominicana y muchos hermanos queridísimos de Haití. He aprendido mucho y Dios ha trabajado mucho en mí me ha mostrado lo que Él es capaz de hacer en mi vida, de los dones que Él me ha dado y cómo quiere que los uses con todo mi ser para su obra. Me ha enseñado a confiar más en Él y ha sensibilizado mi corazón a la necesidad no sólo internacional, sino en mi propia familia, en mi propia iglesia local.

Tengo 18 años y yo quiero ser parte de esa generación radical dentro de este mundo cambiante, difícil. Yo quiero ser un agente de buenas nuevas, anhelo que mi familia, mi iglesia local, mi distrito, mi país y mi región Mesoamérica, hagamos lo mismo, que tengamos esta visión porque se necesitan de muchas manos, de muchos corazones dispuestos a picar piedra, trabajar, perseverar y no desmayar. ¡Les animo! todos aportamos para la gran comisión, nuestra gran misión.

Hay mucho trabajo por hacer, pero estoy segura que esto es el principio de cosas muy grandes. ¡Veremos su gloria! ¿Quieres ver su gloria? ¡ÚNETE!”

Por: Mitzi Villegas Carmona, Texcoco, Edo. México, MX

“Ha sido una experiencia enriquecedora y desafiante, desde la salida de casa hasta nuestro destino. Dios estaba hablándome: Tienes que confiar en mí, nada sucede sin pasar por mis manos, donde tú te encuentras en por mi amor y gracia, yo quiero que compartas de lo que yo te he dado. Sin embargo, compartir del amor de Dios es muy retador, dada la situación que viven allí en cuestión de creencias. Pero Dios seguía hablando: Es mi amor, soy yo quien obra en el corazón de las personas. Algo especial para mí fue trabajar con los niños, me hacen ser una niña y servir y aprender de ellos es una bendición. Hoy confirmo más que Dios sigue transformándome más y más y no me canso de servirle, de ser instrumento útil para él.

Fue maravilloso trabajar en compañía de mis amigos, a pesar de tener diferentes trabajos, diferente vida cotidiana, nos unimos por un mismo propósito, fortaleciendo más nuestra amistad. Doy gloria a Dios por los cambios extraordinarios que él hace en su pueblo México- Haití- El mundo entero”

Por:  Anayieli Valdez Victoriano, Matías Romero, Oaxaca, MX

Información provista por: Claudia Cruz: Coordinadora de Misión Global, sur de México.