Noemí y Lorenzo Sosa, son ministros en Oaxaca México, ellos nos relatan cómo en medio de la enfermedad del COVID-19 se aferraron a la esperanza y cómo la comunidad de fe tanto local como internacional caminaron con ellos dándoles todo tipo de apoyo.  “Creímos que no saldríamos de esta, pero nos tomamos de las promesas de Dios”.

“Queremos agradecer a Dios por su amor infinito y su misericordia sobre nosotros y por tenernos con vida hasta este el día de hoy.

El 14 de abril murió mi padre, el señor Emilio Hernández Torres, a la edad de 92 años. Fue un dolor muy grande pues fue la primera muerte en la familia. Creemos que fue en su funeral donde nos contagiamos de COVID-19, junto a otros hermanos de la congregación que estuvieron acompañándonos. Por el dolor descuidamos nuestra seguridad y nos infectamos.

Primero sentimos un dolor en el pecho, pero creíamos que era algo natural por la depresión y el duelo, pero al pasar tres días y al vernos más graves acudimos al médico, él nos vio tan mal que nos dijo que necesitábamos ser inyectados urgentemente, y dijo que si el día siguiente no mejorábamos tendrían que internarnos. Pero gracias a Dios después de cinco días, eso no fue necesario, aunque yo (Noemí) sí estuve muy mal pues sentía que no podía respirar. Para dormir tenía que hacerlo casi sentada, mi esposo me tenía que nebulizar y me ponía un vaporizador, también me preparaba té de ajo, jengibre, cúrcuma y manzanilla, agua de sal y bicarbonato, muy caliente para hacer gárgaras.

Afortunadamente la iglesia del Señor, tanto local como distrital y hasta internacional, estuvieron orando intensamente por nosotros, sentimos un gran alivio al saber que estábamos en sus oraciones, también sentimos su apoyo con víveres, y mucho ánimo. …Creímos que no saldríamos de esta, pero nos tomamos de las promesas de Dios, en particular de Salmos 118:15-18, en especial del versículo 17 que dice: “No moriré, si no que viviré, y contaré las obras de Jehová”.

Agradezco Dios y al doctor Edwin Matadamas que fue tan valiente en apoyarnos y a la doctora Matilde Cruz Sandoval, quien nos apoyó a distancia.

Agradezco a mis hermanas de sangre y a mi amada Iglesia por el gran apoyo en estos días difíciles.

Quiero invitar a todos mis hermanos y amigos a que confíen en Dios si están pasando por un tiempo de enfermedad. Seamos responsables en cuidar la sana distancia y la protección indicada por nuestras autoridades sanitarias. No tengamos miedo, Dios está con nosotros, recuerden “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos”. (Hebreos 13:8)».

El reverendo Lorenzo Sosa es pastor de la Iglesia del Nazareno, Semilla de Fe. La hermana Noemí Hernández García, es presidente de Misiones Nazarenas Internacionales del distrito Oaxaca norponiente de México.