Aunque estos son tiempos difíciles, el pasado fin de semana fue una bendición para la Iglesia del Nazareno, ya que los servicios de adoración de todo el mundo fueron transmitidos en vivo por Internet o por video. Muchas iglesias reportaron que alcanzaron a más personas que nunca con las buenas nuevas de Jesucristo. Las personas que normalmente no se sentirían cómodas en asistir a un edificio de la iglesia ingresaron al espacio digital y encontraron gracia y paz. ¡Le damos gracias al Señor por esto!

También apreciamos profundamente los esfuerzos que muchas de nuestras iglesias están realizando para satisfacer las necesidades que enfrentan de manera creativa. Hemos visto muchos ejemplos de respuestas creativas que van desde una congregación en Maine, EUA, que se ha ofrecido para llenar el vacío que existe en las entregas de alimentos para los ancianos; a los pastores nazarenos de Cabo Verde que fueron invitados conducir un servicio de adoración al país a través de una estación de televisión nacional; a las clases de la escuela dominical reunidas por videoconferencia; a una iglesia en la que las personas condujeron a un estacionamiento y  ofrecieron su adoración desde sus autos mientras el pastor y los líderes de adoración dirigían desde una plataforma al aire libre; a un grupo de jóvenes en Ohio, EUA, que decidió alegrar a las personas que viven en un centro de atención para personas mayores a través de la actuación de un drama (desde una distancia adecuada, por supuesto) Estas son solo algunas de las muchas historias que podríamos compartir. Todos estos son testimonios de la fidelidad de Dios y la creatividad de nuestro pueblo. Los tiempos extraordinarios exigen medidas extraordinarias.

Algunos han pedido sugerencias sobre cómo orar durante esta temporada de COVID-19. Aquí les presentamos algunas maneras en las que puede enfocar su intercesión:

  1. Ore para que los líderes de sus países, estados, provincias y ciudades reciban sabiduría. Pídale a Dios que les dé buen juicio y discernimiento para saber lo que se necesita hacer para proteger a sus ciudadanos. Ore por su país y por otros países que puedan estar enfrentando situaciones difíciles y complejas diferentes a las que usted pueda estar experimentando. Cada región del mundo está tratando de superar la pandemia.
  2. Ore por protección sobre los profesionales médicos y trabajadores de la salud que trabajan para atender a los más enfermos y más necesitados. Ore para que Dios les provea comprensión y fuerza sobrenatural mientras realizan sus tareas diarias. Muchos se enfrentan a la escasez de los suministros médicos más básicos. Ore por los investigadores, científicos y fabricantes que están trabajando para encontrar curas y producir equipos de tratamiento.
  3. Ore por sanidad y consuelo en aquellos que están enfermos, solitarios y temerosos, particularmente los más vulnerables y en peligro. Esto incluye a los ancianos, aquellos con condiciones de salud crónicas preexistentes, aquellos sin atención médica adecuada y aquellos que están aislados debido a la cuarentena.
  4. Ore por aquellos que están en mayor riesgo económico. El mundo entero se enfrenta a enormes implicaciones financieras, pero para quienes son familias de un solo ingreso, quienes cuidan de niños y padres mayores en el hogar, quienes trabajan por cuenta propia, quienes trabajan en la industria de servicios y muchos otros, este es un momento especialmente devastador.
  5. Ore por los pastores y líderes de la junta de su iglesia para que sepan cómo conducir los ministerios y la misión de la iglesia local integrando de forma equilibrada la precaución, valor y la compasión. Los pastores se encentran en la línea del frente proveyéndole cuidado al pueblo de Dios. Si puede, recuerde apoyar financieramente a su iglesia en un momento en que las reuniones públicas no son posibles.
  6. Ore por la Iglesia en todo el mundo, incluidas las de otras tradiciones y denominaciones. Si bien le pedimos a Dios que ponga fin a la pandemia, también oramos para que la iglesia encuentre formas de servir, consolar y amar a nuestro prójimo por el bien de Cristo y la sanidad del mundo.

​​​​​​​​​​​​​​Phineas Bresee soñó con una iglesia mundial cuando dijo: «El sol nunca se pone en la Iglesia del Nazareno». Hoy ese sueño es una realidad. Literalmente podemos cubrir la tierra con nuestras oraciones, las 24 horas del día. Seamos fieles a ese llamado.

“Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,  ¡a él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos! Amén (Efesios 3:20-21)

Gracia y paz a todos,

​​​​​​​La Junta de Superintendentes Generales